A Equipo Sidi le gustan las prácticas centradas en la familia. Se trata de una forma de acompañar a la familia, pero también es una actitud. Respeto y humildad son palabras que encajan en este enfoque como la mano en el guante.
La familia es un proyecto. Un conjunto de sueños y planes que se intentan concretar en la vida real. Y esta vida, a veces nos sorprende con imprevistos que desbaratan nuestras intenciones. Es un momento difícil, en el que perdemos el norte, las fuerzas y la luz… Necesitamos que alguien nos de la mano y nos pregunte que nos hace falta y que nos ayude a entender que ha pasado. Nosotros creemos que este es nuestro trabajo; y lo hacemos con estrategias y técnicas, no solo con palabras.
Lo primero es saber como es la familia y, sobre todo, qué quiere para sí y para su hijo. Se hace el Ecomapa para saber quiénes pueden acompañar a la familia en ese momento: tíos, abuelos, amigos, compañeros de trabajo…. A continuación, la Entrevista Basada en Rutinas. Con precisión métrica nos dice en qué punto y dónde podemos ayudar; como es el día a día de cada miembro de la familia; la implicación de cada uno en la rutina y las necesidades de mejora.
Hacemos el diagnóstico, y valoramos en el niño sus habilidades de comprensión, adaptativas, de lenguaje,… queremos conocerlo. Por eso nos centramos en su habilidad y capacidad para dar respuesta a las demandas del entorno. Buscamos sus puntos fuertes.
Hacemos entonces un Plan de Apoyo Familiar, un PIAF, que recoge las inquietudes de todos por escrito. Y empezamos a colaborar. Usamos practicas respaldadas por la evidencia: sistemas aumentativos de comunicación, apoyo conductual positivo,… pero no lo hacemos solos. Lo hacemos juntos. La familia tiene oportunidad y motivación, necesitan recuperar el control de sus vidas y ayudar a su hijo. Es una ecuación en la que el profesional aporta conocimientos técnicos, herramientas y teorías, y la familia aporta el conocimiento del niño, su biografía, su carácter, sus sueños.
También los profesores necesitan estrategias para apoyar a sus alumnos. Y oportunidad. Para eso pasan 5 horas diarias con ellos. En nuestro centro, con suerte, una o dos a la semana. Hacemos el Ecocole para recoger información.
Todo barco necesita empuje y dirección. Sin uno u otro, el navegar es una deriva.
En equipo Sidi estamos aprendiendo. Todavía no nos sale tan bien como quisiéramos. A las familias que se incorporan ahora, desde el principio les ofrecemos el enfoque y nos va bien. A las familias que nos acompañan desde hace más tiempo les ofrecemos un cambio para mejorar.
Pero es difícil para todos; profesionales, niños y familias. Tenemos unos roles aprendidos: cuando el pediatra nos deriva el niño dice que le demos “sesiones”; en la universidad nos explican que demos “terapia” a los niños que tienen “trastornos”,… son esquemas muy interiorizados. Pero en Sidi estamos convencidos. Y también creemos que debemos salir al entorno y explicarnos. A los que nos derivan, a los colegios, a los profesionales, a las familias…
Porque es de sentido común y porque en nuestro plan estratégico, este año, Sidi entiende que debe hacerse visible en el entorno, en la sociedad en la que desempeñamos nuestra labor.
Así lo vemos, y lo decimos.