No basta con hacer un curso. No es suficiente con saber manejar una herramienta. Ni aunque sea la entrevista en rutinas. Las Prácticas Centradas en la Familia son mucho más.

Es una actitud. Ante la familia, ante el niño, ante la discapacidad, la normalidad y la necesidad de apoyo.

Es un lenguaje. Son palabras diferentes que liberan y encauzan pensamientos.

Es un nuevo rol profesional. Es una organización del trabajo. Un cambio en las tareas. Una redefinición del puesto.

Es una ubicación en el espacio. Flexible. Al aire libre. Mutante como cambiantes son las familias y sus circunstancias.

Es ciencia aplicada, respaldada por evidencia científica y evidencia práctica.

Es un enfoque. Una mirada que abarca diferentes estrategias y propuestas.

Y es también un cuerpo de recursos, de herramientas diseñadas para hacer prácticas unas teorías bien contrastadas. Como la entrevista en rutinas, el ecomapa o el piaf.

Que no nos diga cualquiera que hace Prácticas Centradas en la Familia. No basta con decir que se hace. Hay que hacerlo.

La ciencia avanza a saltos. Alguien propone una estrategia, un camino; la ciencia mira; otros se interesan e imitan y algunos pioneros empiezan a aplicar. El resto rechaza. Al cabo de un tiempo, el grupo de pioneros se incrementa hasta que dejan de serlo y, repentinamente, al llegar a un número crítico, los opositores empiezan a virar su criterio y se apuntan a la novedad. Es el momento peligroso en el que cualquiera se atribuye el conocimiento.  Por la novedad. Con la prisa. Bajo sospecha.

La habilidad de aplicar Prácticas Centradas en la Familia no se adquiere en una formación puntual. La transición es lenta, aunque inexorable.

En Equipo Sidi admitimos como referente actual en España a La Alquería, a AEIPI y al grupo “Centradas” del Master de Plena Inclusión-UAM. Los demás nos estamos aproximando. Pero solo eso.

Pensamos que ha llegado el momento de establecer unos criterios de mínimos para considerar que alguien hace o se esfuerza en hacer PCF.  Y desde aquí lo proponemos. No con pedantería. Pero si con firmeza. Necesitamos que los que ahora son pioneros, ayuden a marcar el camino, para que los demás, acomodemos el paso. Para preservar la esencia de nuestra propuesta. Aunque después la cambiemos.

Hemos dicho de mínimos. Porque en Sidi somos críticos, inquietos. Y no podemos evitar meter nuestra opinión y matices en todo lo que se mueve. Pero no todo vale.

Pedro y Curra, Equipo Sidi.